Esta historia sale de las múltiples respuestas que me dio sobre su persona.
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Se levantó de la cama donde había estado viendo fútbol toda la mañana. Definitivamente no había nada como una buena mañana de ese tipo. Eso era, después del sexo y las noches con su amada, lo que más disfrutaba y lo mejor, podía hacerlo solo.
Pero el día hoy tenía un día tinte anormal. Ella había salido muy temprano, incluso antes de que él abriera los ojos. Eso nunca sucedía. Pero igual no hizo mucho caso de eso.
Al medio día le dio hambre. Fue a la cocina y vio que no habia nada para comer ya listo en la nevera. Buscó el teléfono y marcó Marce.
'El número marcado no se encuentra en servicio'.
Intentó nuevamente... Nada.
Tercera vez y nada.
Se preocupó. ¿La habrán robado? ¿Estará bien? ¿Qué habrá pasado?
Regresó al cuarto y notó algo que antes no había detallado: Faltaba ropa en el armario. Escultó cajón a cajón, y vio que las prendas favoritas de Marce no estaban. Corrió a la biblioteca y faltaban las últimas novelas que había comprado y que aun no había leido.
Buscó los números de las amigas, y nadie contestaba, los de los familiares, y tampoco.
Se metió a la ducha, se vistió corriendo y agarró el carro. Salió sin rumbo fijo, pensando en encontrarla en algún lugar común, esos llenos de recuerdos. Parques, avenidas, cafés restaurantes. Recorrió los 4 años de relación y no la vio. Ni un rastro de ella. Era como si se la hubiera tragado la tierra.
Regresó a casa resignado, a esperar que ella apareciera. Pero por el contrario fueron llegando sus amigos, los solteros, esos que están listos ante cualquier calamidad.
- Tranquilo hermano, eso es pura crisis de vieja.
- Claro, eso seguro regresa pronto
- No sufra. Tomémonos unos tragos
Así pasó la noche, entre consejos sin fundamento y mucho alcohol. Llegó el lunes, festivo menos mal. El guayabo lo poseía. Y seguía sin entender nada.
Buscó su celular: Descargado
Corrió a conectarlo, y desesperado esperaba a que agarrara algo de carga para ver quién o si alguien, o más bien ella, había llamado.
Minutos después se encendió el aparato y apareció el símbolo de 'correo de voz'. Marcó *123.
- Estoy en Costa Rica, siendo feliz definitivamente. Quédate con tu fútbol y tus sábados en la mañana. Adiós.
Hasta ahí fue Marce. Y solo hasta meses llenos de lágrimas después, luego de haber sufrido una tusa tardía que nunca tuvo en su adolescencia. Luego de haber casi que superado la sensación de que a uno le falta algo imprescindible... Cuando ya no había sentimientos de tristeza, obsesión e impotencia... Solo en ese momento entendió que ella se había ido con otro.
amantes que engañan al observar al qué está perdido, timado por el tiempo al dar círculos silenciosos para encontrar la salida, sin enfrentar al otro quien a la final y de acuerdo al tiempo en quien gana
ResponderEliminarAyyyy eso se lo das a cuentante?? :(
ResponderEliminarY siempre los malos son los malditos hombres...
ResponderEliminarGracias a State of Mind por todos sus dulces y por su cuento. Desde muy temprano everlyco me pido el correo en un DM, y me empezo la intriga del bloggersecreto. Al poco tiempo empeze a recibir muchos dulces, todos muy cheveres. Me creo un blog y una cuenta de Twitter. En el blog la descubri pero seguimos jugando chevere.
ResponderEliminarGracias Naty, por hacerme disfrutar de este juego que resulto guai. Feliz día, que lo disfrutes en la 1.0 también.
muy chévere!! Me sentí en el lugar de los hechos, lo importante de los posts de #bloggerseccreto es que sólo su destinatario podrá comprenderlo en su totalidad y disfrutarlo a máximo. Los demás nos pegamos ;)
ResponderEliminarjjajajaja no sabia que se me nombraba por acá!! me alegro por lo menos ayudar a averiguar el correo!!
ResponderEliminarBuen regalo!!!