Según su última conversación, él llegaría más tarde que ella, porque tenía una reunión de esas programadas a la hora de salida normal. Era perfecto.
Así sin más llegó a la casa, dejó las llaves y la cartera en la mesa dispuesta al lado de las escaleras y las subió con la bolsa del disfraz en la mano. A medida que se acercaba el segundo piso sentía que no estaba sola. Pensó en que quizás Ricardo se había adelantado para darle una sorpresa. Sonrió.
Solo alcanzaba a oir música y el susurro de una voz masculina. No quiso espiar, para no arruinar la sorpresa, pero se imaginó a Ricardo murmurando canciones mientras acomodaba todo. Así que entró al baño de pasillo y se cambió ahí. Pensaba en que si se juntaban las sorpresas, la noche sería mucho mejor.
Caminó descalza por el pasillo, y despacio, sin hacer ruido abrió la puerta.
Asombrada vio como Ricardo tenía amarrada a su amiga Adriana a la cama, con un pañuelo en la boca. no se sabía cual de los tres estaba más sorprendido. Tres pares de ojos se miraban los unos a los otros. Eran como tres estatuas haciendo un inmenso ridículo.
A Mariana la escena le parecía sexy, Ricardo tenía un gran símbolo de interrogación en la cara y Adriana moría de la vergüenza, a pesar de que era claro que la relación de Mary y Richie permitía este tipo de deslices.
Pero la cara de Mariana cambió apenas analizó la escena y su vista llegó al pene, ya no erecto, de su Ricardo. Sus ojos se llenaron de ira.
- !Rompiste nuestro compromiso! Gritó, manoteando.
Ricardo la miraba con temor pero tuvo que aguantar las ganas de reírse al analizar su vestido de conejita sexy. Ciertamente era ridículo ver a su mujer disfrazada gritando por toda la alcoba. Intentó hacer memoria de cuál compromiso era el mencionada. Solo recordaba que luego de la última crisis en la relación habían llegado al acuerdo de poder tener otras relaciones sexuales. Sabía que existían unos 'siempre y cuando'después de 'sexuales', pero no tenía la certeza de cuales, así que dijo lo primero que se le ocurrió.
- ¿El de traer a otras a la casa? ¿El de no meternos con nuestras amigas?
- No, idiota!! Eres un idiota! Imbécil. Qué culos es lo que te pasa!!! ¿¿Ahora, ahora???? ¿Qué vamos a hacer? ¿Qué va a pasar con nosotros. Decía mientras manoteaba.
Se quitó las orejas blancas con rojo, fue hasta su baño y se tapó con la bata de dormir y se acercó a la pobre Adriana que tenía una cara de miedo con ganas de llorar.
Comenzó a desamarrarla. Al quitarle el pañuelo de su boca, esta intentó decir algo... a lo que Mariana, aun histérica respondió.
- No me digas nada. No me sorprende que seas tu la que ande metida entre MI cama con MI marido! dijo al tiempo que le pasaba la ropa a la visitante.
- Cálmate. Balcuceó Ricardo
- Que me calme ni que nada. Es que no puedo creer que tu seas tan idiota de comerte a ésta sin condón y que ésta sea tan imbécil que se deje!
Adriana y Ricardo se miraron a la cara y acto seguido agacharon la mirada.
Sin mediar más palabras, ambos se vistieron y salieron de la casa. Y Mariana aun con la ira encendida gritó en el umbral de la puerta
- Ojalá que no te haya pegado el SIDA, Adriana. Ojalá.
***Nota del Autor: Como ustedes son tal fieles lectores, quiero proponerles un concurso. Los primeros de ustedes que escriban un comentario diciéndome cómo creen que reaccionaron Adriana y Ricardo ante el grito de Mariana, se lleva un kit como estos que se ven acá o acá.. Anímense a ver si buscamos un final a esta historia***