Un beso, un abrazo, una sonrisa.
Una flor, el arco iris, un atardecer.
Una llamada, un ¿cómo estás?
Caminar bajo la lluvia; acostarse al sol.
Un dulce, un niño, las ganas de jugar.
Soñar, respirar, sentir...
¿Por qué si las grandes cosas se construyen de pequeñas, las menospreciamos?
Sentir el aire, contemplar el mar.
Bailar sobre la cama.
Cantar a grito herido.
Oir la música a todo volúmen.
¿Por qué le damos importancia a lo que piensan esos otros que no nos conocen si se interesan por nosotros?
Gritar de la emoción.
Llorar de felicidad.
Reír hasta que te duela el estómago.
Salir en pijama.
Caminar descalza por la playa.
La próxima vez, en lugar de preguntarte para qué, pregúntate cuántas sonrisas te brindará o si realmente te hará feliz... Si la respuesta es negativa, seguramente no valdrá la pena.
Que bonita catarsis :)
ResponderEliminar