La noticia fue replicada inmediatamente por todos los
medios regionales, nacionales e internacionales. Era un escándalo mayúsculo. En
el mundo de la política muchas cosas eran permitidas, excepto el sexo
extramatrimonial, el consumo público de drogas y las interceptaciones ilegales
de comunicaciones. De resto, en la política, en la guerra y el amor, todo se
vale, solo es que volteemos la mirada hacia otro lado para fingir que no
sucedió.
Desde la ‘exclusiva’ del llamado canal independiente, todo
se volvió un caos. Hordas de jóvenes salieron a las calles a protestar por la
revelación. “Mi vida es mía y al Gobierno
no le interesa”, gritaban todos mientras caminaban por la calle. Carteles
con frases como “Los fundadores de la Patria
tendrían vergüenza de este Gobierno”; o “Presidente:
¿Por qué no exhibe su correo?” se volvieron tendencia.
Como era de esperarse, los editorialistas enloquecieron.
En la radio acusaban al Presidente de violar por lo menos 375 artículos de la
Constitución Nacional. Los más radicales cerraron sus cuentas en redes sociales
o comenzaron a hablar en clave por teléfono o a usar el correo físico por
intermedio de mensajeros.
Las cifras oficiales hablaban de una reducción del 30% en
el tráfico de internet, un 20% menos de cuentas personales de correo, 18% de
perfiles de redes sociales cerrados. Los comerciales de información ‘online’
estaban al borde de un colapso. Menos usuarios en internet significaban una
gran baja en su facturación. Se comenzó a hablar de la quiebra del sector.
Mariana fue una de las primeras en cambiar su
comportamiento. A Sofía le causaba gracia. Comenzó a enviar saludos a su
‘agente chuzador’ – como ella lo llamaba-, en cada una de las conversaciones
que tenía. Sus amigos se burlaban y la acusaban de estar loca. La verdad le
preocupaba poco la política, porque su sentido común siempre le indicó que
donde haya personas deshonestas y ladronas, las cosas nunca iban a mejorar.
Claro
que no me voy a dejar contagiar por toda esta locura.
No
es una locura, nos están violando los derechos.
La
verdad debería preocuparte más todo el tema de la pobreza y la corrupción. Eso
sí es lo que nos tiene jodidos.
Pero
la información es la que les da el poder.
El
poder se lo damos nosotros, Mariana. Y pues, la verdad no veo que hay de
diferente entre hoy, y hace una semana. Podemos seguir haciendo lo mismo que
antes. Solo me dan pesar los pobres que les toca hacer ese trabajo tan aburrido
de escucharnos a toda hora, ¿no te parece?
Tu
si eres muy bruta, Sofía.
Y
tu eres muy crédula, Mariana.
Sofía no se enamoraba fácilmente. Se requería bastante
creatividad para eso, aseguraba. Pero cada desventura amorosa era como un piano
que durante varias semanas cargaba sobre sus hombros. En esos momentos deseaba
ser hombre. Estaba completamente convencida de que la tenían más sencillo. Desde la ida al baño y que no necesiten
hacerse la cera o arreglarse el pelo. Los hombres nos llevan una ventaja
infinita, renegaba.
Reporte 173
Venus
69 conversa cada vez menos con Afrodita 08. Creo que su visión frente a la
crisis las ha separado. No ha habido novedades, salvo que Venus 69 terminó con
su novio y se ha mantenido entre callada, ausente y alejada del internet. Dejó
de enviar saludos a su ‘agente chuzador’. Al parecer el asunto ya perdió su
gracia.
Escuchando y leyendo no se puede saber mucho. No entiendo
por qué aun no pasamos a la segunda fase, ya llevamos 6 meses de seguimiento,
escribía en su diario Santiago. Definitivamente preferiría estar en la calle,
as, por lo menos veo que hay muchossNo
era racional claramente, pero se sentlo. Los hombres nos llevan una ventaja
infinita, i queí fuera del otro lado del mundo, en medio de un huracán
de tierra y balas.
Comenzó a escribir porque ya sentía que estaba enloqueciendo.
Cada día todo era más lento, más aburrido. A veces inventaba historias, a pesar
de que nunca había leído un libro de literatura. Seguro esto ya lo escribió
antes, pensaba, pro al menos me ayuda a mantenerme cuerdo.
Antes de volverlo a pensar, el Sargento Primero Santiago Aldana
estaba sentado en el parque del frente al edificio de Sofía. Nada le interesaba
más que conocer cada detalle no contado de la vida de su Venus. Estaba violando
todas las normas, pero cada vez que la veía todo su ser le gritaba que estaba
haciendo lo correcto.