Seguro ya nada volverá a ser como antes y es cierto que nada es lo que
parece. ¡Estamos jodidos! Exclamó
dejando la habitación en silencio. Intentó no sucumbir al pánico, no sin antes
preguntarse nuevamente en qué momento comenzó a interesarle lo que su abuelo
llamaba ‘coyuntura’. Seguro son cosas que vienen con la edad y a todos les
pasa, se decía, aun cuando en el fondo sabía que sencillamente su yo rebelde se
había vencido a la realidad de una vida común y corriente. Ya no sería
extraordinaria, y no estaba lista para enfrentar esa nueva realidad. Cinco
segundos después volvía a su novela, y se le olvidaba la gran crisis nacional.
¿Viste
las noticias, Sofía?
Sabía
que no tardarías en llamarme.
Yo
te dije, te dije que si lo hacían los gringos, seguro acá también estaba
pasando.
Deja
la paranoia, Mariana, de verdad, ahora no salgas a decir que es una
conspiración.
Claro
que sí. A la mierda nuestra privacidad.
Igual,
¿de qué sirve nuestra privacidad, si no nos pasa nada interesante?
Pero
es un derecho. En eso se basa todo lo que nos rodea.
A
mi sí me parece entre trágico y cómico. ¿Te imaginas cuánto se puede divertir
mi chuzador con todas mis historias? ¿O aburrirse cuando hablamos de cosas de
niñas, como el color de las uñas de moda?
Esto
no es un chiste Sofía. Toca protestar. Que el Gobierno nos intervenga todas las
comunicaciones no se puede tolerar.
A
mi me parece que la noticia estaba exagerando. ¿Tú crees que si todo fuera
cierto, no tardarían en desmentirlo? O hasta de pronto es una patraña para
tapar lo de los precios de los alimentos…
Sea
lo que sea, es grave.
Sea
lo que sea, Mariana, cálmate. Mañana hablamos.
Reporte No 156
Venus 69 Se mostró tranquila respecto a las revelaciones mediáticas en
las que suponen una estrategia nacional para intervenir todas las
comunicaciones de los ciudadanos. Al parecer no tiene nada de ocultar cómo ha
quedado claro desde que se inició el seguimiento.
Cuando lo llamaron a asignarle una misión especial, pensó que el ascenso
traería algo de emoción a su vida. Pero no. Escuchar las conversaciones de Sofía
Acevedo, más conocida como ‘Venus 69’ en sus reportes, solo se tornaba
interesante cuando de amores y desamores se trataba. Le aburría. ¿Qué tendría de
importante esa mujer de casi 27 años, además de ser hermosa? Quien sabe. Pero
órdenes son órdenes y tenía que cumplirlas. Leer su correo electrónico, sus
redes sociales, escuchar sus conversaciones. Eso era todo. Si tan solo me
dejaran seguirla, podría verla en persona, pensaba en silencio ya que cualquier
error podría llevarlo a la destitución. A veces se aburría tanto que deseaba
volver a la calle.
Este estaba planteado para ser un Gobierno distinto. Pero se volvió más
de lo mismo. Todos estaban aburridos, rodeados de incertidumbre,
desesperanzados. Solo los apáticos podían decirse felices.
Sofía había comenzado a ver noticias hace poco, pero no le importaba
mucho. Ella pensaba que si nos centrábamos en lo pequeño y simple, podríamos
sonreír siempre, sin importar las dificultades del entorno.
El Presidente, para ser elegido, prometió muchas cosas, como casi todos
los políticos. Era joven y carismático. Eso le valió más de un voto. Sofía no
votó. Había perdido su documento de identidad quien sabe donde. Mariana, por su
parte, se inclinaba por los candidatos de izquierda, casi comunistas. Eran
amigas, pero ni siquiera en la política se entendían. Si tu y yo no nos hubiéramos encontrado desde el primer día de la
universidad, seguro nunca jamás en la vida nos hubiéramos cruzado y claramente
no seríamos amigas, le decía cada tanto Mariana a Sofía, quien se mostraba
de acuerdo.
Dos---->
Ay Natalia , muy actual diría yo , historia de chuzadas y espionaje me suena conocido .... me gusta y quiero más !
ResponderEliminarInmediatamente empecé a leer esta entrada, llegaron a mi recuerdos de muchos libros en dónde los secretos no son tal. El primero y más famoso: 1984. La frase es « el gran hermano te está vigilando». Luego se me cruzó otro libro en el camino, Criptonomicón. Es un libro de culto, cyberpunk, cyberseguridad y cosas de esas. Te transcribo un párrafo:
ResponderEliminar«Si quieres que tus secretos sigan siéndolo más allá del fin de tu vida, debes ser futurista. Debes anticipar qué velocidad alcanzarán los ordenadores durante ese periodo. También debes estudiar la política. Porque si el planeta entero se convirtiese en una estado policial obsesionado con recuperar viejo secretos, puede que se dediquen vastos recursos al problema de factorizar grandes números compuestos...»