Mariana seguía enviando notas a la casa. Sin embargo, por
más que lo intentaba, no lograba verla. Asumió que siempre enviaba un mensajero
para eso. Intentaba dejarle notas contándole las últimas novedades de su vida,
pero solo la mitad eran retiradas. Se sentía jugando policías y ladrones. Eso
le alegraba los ratos.
Mi Sofi. Estoy bien. Las cosas se
tornan tranquilas por momentos. Extraño verte y nuestras charlas de películas
para niñas. Esas que nos hacen llorar hasta el cansancio. Creo que las cosas
están volviendo a la normalidad. Aun me siguen, pero creo que los agentes no
tienen autorización para acercarse mucho, así que asumo que el Gobierno no sabe
bien qué hacer con toda esta crisis. ¿Sabías que el internet está censurado y
que los medios están tan comprados que nadie dice nada? Quisiera a veces
entender la lógica de todo esto. ¿Qué estará pensando el Presidente, los
Ministros? ¿Qué están ocultando? Al final de cuentas, aun es el momento que no
entendemos para qué nos siguen, si las medidas que toman son encerrar a un par
de líderes sociales, a quienes podrían encerrar por todos sus actos públicos,
no por lo que dicen en privado. Yo no entiendo nada. Te adoro, Mar.
Teniente
Aldana. ¿Conoce usted a una ciudadana llamada Sofía Acevedo?
Mejor
identifíquela como Venus 69.
¿Eso
qué quiere decir?
Esa
es mi misión
El Comandante sonrió
complacido.
Me
alegra que haya recobrado la razón Teniente.
Dio la orden de que lo llevaran a recuperación. Los otros
agentes asintieron positivamente, con poco de esperanza en sus ojos.
Ya
pronto volverá al ruedo Aldana. Ya pronto. El comandante le dio dos palmaditas
en el hombro.
Eso era lo que estaba esperando. Poder acercarse a Sofía.
Esta vez sí no podía volver a equivocarse.
Como parte del regreso de Santiago a sus tareas diarias
en la colmena, estaba el retomar el seguimiento a Sofía. Se puso al día con los
reportes de su reemplazo, leyó todo lo que Sofía había escrito en todas sus
redes sociales y escuchó todas las grabaciones de las llamadas telefónicas.
Consumió cada una de las palabras. Sufrió con cada entrada de su blog. No
podría perdonarse haberla hecho pasar por todo esto.
Continúa aquí ---- >
No era un sargento?
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