Nunca pensé invertir mucho dinero en el vestido de novia, y mucho menos comprar un vestido de Pronovias. Por eso, cuando Sergio me dijo "Pequeña están haciendo casting para Say Yes to the Dress Colombia, por qué no participas?", dije SÍ de una vez. Además porque era fácil: ir, hacer un casting y grabar durante un día.
Fue perfecto, el día de la entrevista con los productores, tenía vuelo a Santa Marta, entonces llegué corriendo a Teusaquillo, y le dije a todas las otras niñas que estaban esperando que por favor me dejaran pasar, que me dejaba el avión. Y pues a mi me eligieron y a ellas no.
El tema fue que en octubre traje a mi mamá desde Barranquilla, junté a mis mejores amigas y grabamos. Llegué con la idea de "quiero un vestido sencillo", pero al momento de ponerle el primer faldón, no quise ya nada simple. Pero me sostenía en que no quería mucho encaje.
Durante la grabación me ganó la ansiedad. Yo, super espontánea, costeña, habladora, zas, pánico escénico, pocas palabras, nervios... En ese momento entendí que realmente esto de casarme era serio, que tenía que salir bien y que íbamos a dar un paso importante. Y, la verdad, pensé que el capítulo no iba a funcionar, por mi falta de fluidez.
Adry, Caro y mi mamá, lo hicieron fabulosas en cámara. Carolina lloró desde el minuto uno. "Nunca pensé verte vestida de novia y te ves divina", y dijo eso y se me aguaron los ojos. En serio que esto iba a ser un gran tobogán de emociones. María Andrea, amiga más antigua y madrina estuvo detrás de cámara, registrando y hablando con mi hermana en Alemania, quien quería estar al tanto de todo. Ella fue una de las que me dijo "si no lloras, no es". Y yo pensaba que so era una exageración. ¿Llorar yo? ¿Por un vestido de novia? Ja! Y pues, contrario a eso, me inundé.
Resulta que por tiempo y por esquema solo podía medirme 3 vestidos. Eso era demasiada presión. Cuando no me gustó ninguno, agarramos un cuarto, fugados y nos lo medimos en un cuarto donde no había cámaras, así que cuando me inundó el espíritu de Disney y comencé a llorar y a abrazar a medio mundo, pues no quedó grabado. Todas lloraron y nos abrazamos, y mi hermana por el otro lado del Skype dijo "Como Grace Kelly", con los ojos llenos de lágrimas. Muy emocionante.
Debo decir que Claudia Bahamón es increíble, y que me divertí mucho. Y pues, mejor aún, escogí un vestido hermoso.
Hasta ahí, perfecto, hasta que anunciaron que el capítulo saldría el 18 de diciembre. Es decir, MUCHO antes de mi boda y efectivamente medio millón de personas vieron el vestido antes. aunque claro, sin peinado, sin maquillaje, sin dieta y en una talla menos -con la que casi no puedo respirar-. Punto de amor para Cami fue que nunca, a pesar de que teníamos el programa grabado en la casa, se metió a verlo. Así que se salvó el agüero.
La Grabación